martes, 25 de septiembre de 2012

UNA REALIDAD EN LA CONCIENCIA ELECTORAL


Cuando hablamos de temas comerciales pensamos siempre que se trata únicamente de intercambio de productos o servicios, pero en la política las cosas se manejan de forma distinta, pues se visualizan como simples pantallas que muestran la realidad de una forma pintoresca y distorsionada.

Para la población es importante sentirse representada en todos los escaños del gobierno, pero para muchos, lo importante es lo tangible ya que desafortunadamente por falta de estudios, comodidad o simple desinterés, el verdadero desarrollo pasa a un segundo plano.

No obstante, esta película no es algo de locos, es solamente el resultado de campañas estratégicas y muy profesionales de marketing, generando una imagen completamente comercial y seductora con la cual muchos políticos se venden, digo muchos porque son pocos los que figuran por buenas acciones, entonces la conciencia y voluntad electoral de los ecuatorianos termina por comprarse desnaturalizando de esta forma, el verdadero significado de democracia y participación, donde no interesa tener electores críticos, sino simplemente borregos a quienes darles órdenes como “párense aquí y digan tal cosa”, resulta común, sin embargo, ¿a qué costo?  No lo sé, porque hasta la fecha ha resultado imposible evaluar los daños reales que ha dejado esta falta de conciencia de los ecuatorianos, no obstante, el punto se direcciona a la siguiente analogía, mientras más críticos somos, menos nos verán la cara, afectando la perspectiva de los políticos al entender al elector como oposición, mientras que la oposición real nace de la falta de criterio ya que se traduce en oposición al desarrollo, una sociedad más crítica, desata el vínculo que se ha formado entre lo comercial y lo político, obligando a que dichos actores busquen nuevos métodos de captación de militantes y seguidores, a través de mas obras, menos palabras e incluso sujetos a la manipulación directa de la elaboración de proyectos de ley mucho más estructurados y polémicos, que no sean las típicas tonterías que salen del estómago para decir que están haciendo algo y posteriormente darse cuenta de las muchas inconsistencias que no tienen ni pies ni cabeza.

El crear una conciencia en la sociedad es lo que menos se hace, porque un pueblo inteligente y con criterio es mucho más productivo; ojo, no hablo de capacidad porque sé que los ecuatorianos  tienen altos índices de inteligencia, y aptitud a pesar de sus grandes deficiencias de actitud, sometidos a un sin número de medias que al tiempo ha resultado en herramientas como  bonos, comodidades superficiales, desmotivando el crecimiento empresarial y ahuyentando la inversión extranjera. NO SOMOS BORREGOS, somos más que eso, somos un pueblo que necesita alguien que nos guie, no alguien que nos dice que tenemos que adaptarnos a su forma de ser.

Para concluir, lo comercial dentro de la política, hace soñar a un pueblo, lo hace ilusionar, pero debería ser más real para que las personas no se decepcionen, pues lo peor que puede pasarle a una persona, es depositar su confianza y luego se sientan traicionados. Por eso tenemos dos opciones; prepararnos para ser más cultos y útiles, o simplemente ser espectadores y esperar que nos desilusionen.

 

1 comentario:

  1. Indiscutiblemente la cultura electoral de nuestro país no es más que el simple resultado de años de populismo apoyado por la ignorancia e ingenuidad de nuestra población, gente que todavía se aventura a la ciudad con la ilusión de encontrar trabajo para así mantener a sus numerosas familias, las mismas que después de vivir duras experiencias, regresan a sus hogares y continuar con las actividades de toda su vida, obviamente se convierten en flancos fáciles de manipulación... Que tal ser un Noboa Pontón que regala puestos de trabajo y dinero en efectivo dentro de su campaña electoral, o de pronto un Correa, cuyo camino hacia la gente es la desacreditación de sus contendientes electorales, mejor un Gutiérrez que apoya su popularidad al mencionar que su partido político fue el que menos firmas falsas tuvo dentro de los procesos de recaudación...

    Concuerdo completamente con tu análisis de la falta de conciencia electoral, la misma que acompañada de la falta de conciencia política, nos encierra en un círculo vicioso cuyos límites encierran el verdadero ejercicio de la democracia, es decir un ambiente propicio en el confluya realidad, conocimiento, análisis y sensatez de la población y no sea la necesidad la que marque la tendencia electoral, pues recordemos que el ejercicio de nuestros derechos políticos no consiste en escoger de entre todos los candidatos el menos malo, tal como ha sucedido a lo largo de la última década, se trata de escoger a la persona que va a llevar a nuestro país por un rumbo diferente durante un nuevo periodo...

    Para escoger un presidente no se necesita un bolígrafo, se necesita cordura...

    Andrés Tenjo

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